viernes, abril 03, 2020

Diez Principios importantes para practicar Tai Chi Chuan


Estos son diez puntos importantes para la práctica del Tai Chi Chuan que Yang Cheng Fu mencionaba en sus enseñanzas. Escritos por Chen Wei Ming.

1. Mantener la cabeza erguida. Esto sirve para ayudar a la circulación de la energía vital en este área y para que el espíritu se eleve. Es importante que el cuerpo esté recto, relajado y vivo; en el otro polo, el sacro debe estar derecho y con una leve inclinación hacia adentro.. No empleéis la fuerza muscular, que volvería rígido al cuello y perturbaría la circulación de la sangre y el hálito.

2. Hundir ligeramente el pecho y estirar la espalda. Hundir el pecho consiste en retenerlo ligeramente hacia el interior, para que el hálito baje a concentrarse en el Dan Tien. Evitar sacar el pecho, pues, al estar el hálito comprimido a este nivel, la parte superior del cuerpo estará pesada, la inferior liviana y los pies tendrán tendencia a flotar. Estirar la espalda consiste en hacer adherir el hálito a la espalda. Entrar el pecho acarrea naturalmente un estiramiento de la espalda, lo que permite emitir la fuerza a partir del eje espinal, y entonces no tendréis rivales.

3. Relajar la cintura. La cintura gobierna todo el cuerpo. Los pies tienen la fuerza y la pelvis asiento (sólo si se es capaz de relajar la cintura). Los pasajes de "lleno" a "vacío" se efectúan a partir de movimientos giratorios de cintura. Por eso se dice: "la fuente de mando está en la cintura". La falta de fuerza proviene de la cintura y de las piernas.

4. Distinguir lo lleno y vacío. En el arte del Tai Chi Chuan, el primer principio es distinguir lo "lleno" y lo "vacío". Si todo el cuerpo se apoya en la pierna derecha, se dice que la pierna derecha está "llena" y la pierna izquierda "vacía" y viceversa. Los movimientos giratorios son efectuados con liviandad, agilidad y sin el mínimo esfuerzo si se sabe distinguir lo "lleno" y lo "vacío"; en caso contrario, los desplazamientos son pesados y torpes, el cuerpo no tiene estabilidad y el adversario, que nos atrae, nos desequilibrará fácilmente.

5. Bajar los hombros y dejar caer los codos. Bajar los hombros consiste en relajarlos y dejarlos caer. Si no se los puede relajar y dejar caer, se levantan, provocando una subida del hálito y, en consecuencia, una falta de fuerza en todo el cuerpo. Dejar caer los codos a lo largo del cuerpo consiste en relajarlos. Si están levantados, los hombros no pueden bajar y es imposible empujar muy lejos al adversario. La técnica utilizada se acerca a la de las escuelas de artes marciales externas.

6. Usar la mente y no la fuerza bruta. Se dice en los Clásicos sobre el Tai Chi Chuan que "todo reside en el empleo del pensamiento en vez de la fuerza". Durante la práctica del Tai Chi Chuan el cuerpo está relajado, de manera que la mínima energía bruta no puede subsistir ni estancarse entre los huesos, los músculos o las venas, y no os ata a vosotros mismos. Sólo entonces pueden efectuarse los pasajes de un movimiento a otro, con liviandad y facilidad, y ejecutarse los movimientos giratorios naturalmente. Algunos dudan de que sea posible tener una fuerza duradera sin el empleo de la fuerza muscular, pero el cuerpo humano posee canales de circulación del hálito, así como la tierra tiene sus arroyos. Si los arroyos no están obstruidos, el agua corre, si las venas no están tapadas el hálito circula. Cuando una energía rígida llena estos canales, la sangre y el hálito se perturban, los movimientos giratorios carecen de agilidad y basta con tirar un cabello para que todo el cuerpo se desestabilice. Si en vez de la fuerza muscular se emplea el pensamiento creador, a donde llega el pensamiento llega el hálito. Así la sangre y el hálito circulan continuamente en el cuerpo sin detenerse un solo instante. Gracias a un largo entrenamiento se adquiere la verdadera energía interior, y como se dice en los Clásicos del Tai Chi Chuan "la agilidad y flexibilidad extremas producen la resistencia y rigidez extremas". Quienes están familiarizados con la técnica del Tai Chi Chuan y la dominan, tienen los brazos como hierro envuelto en algodón, la fuerza está profundamente alojada, mientras que los discípulos de la escuelas externas manifiestan la fuerza muscular en la acción y parecen flotar en la inacción. Esto prueba que la fuerza muscular es sólo una energía superficial. Cuando se emplea la fuerza muscular en lugar del pensamiento creador, el adversario puede incitar fácilmente a que os mováis, esto no merece nuestra estima.

7. Enlazar arriba y abajo. Enlazar arriba y abajo es conformarse al siguiente principio enunciado en los Clásicos sobre el Tai Chi Chuan: "la energía toma su raíz en los pies, se desarrolla en las piernas, es dirigida por la cintura y se manifiesta en los dedos. De los pies a las piernas y a la cintura, se necesita una unidad perfecta". Todo movimiento de las manos va acompañado de un movimiento de la cintura; cuando los pies se mueven, la energía espiritual de los ojos (la mirada) se mueve al mismo tiempo y los sigue; en este caso puede decirse que arriba y abajo están enlazados, pero si una sola parte del cuerpo no se mueve con el resto, hay desorden y desunión.

8. Unir el interior y el exterior. El trabajo del Tai Chi Chuan es un trabajo de energía espiritual. Por eso se dice: "la energía espiritual es el amo, el cuerpo es el lacayo". Si puede ponerse en movimiento la fuerza vital, los movimientos son espontáneos, livianos y ágiles. El encadenamiento de los movimientos sigue los principios de "lleno" y de "vacío", de abertura y cierre. Cuando se habla de abertura, no se trata únicamente de abertura de los pies y las manos sino también de abertura del pensamiento y el espíritu. Tampoco el cierre es sólo un cierre de los pies y de las manos, sino también del pensamiento y el espíritu. Si el interior y el exterior están unidos en un solo hálito, todo es perfecto.

9. Ligar los movimientos sin interrupción.  En el Tai Chi Chuan se utiliza el pensamiento y no la fuerza muscular, todo está ligado sin interrupción del principio hasta el final; cuando una revolución se termina otra comienza, el movimiento circular se desarrolla infinitamente. Dice los Clásicos: "el largo boxeo es como la ola de un largo río o el mar que se mueve continuamente y sin fin"; "haced que la energía se mueva como un hilo de seda que se devana de un capullo". Estas comparaciones sugieren que todo está unido por un único hálito.

10. Buscar la calma dentro del movimiento. La capacidad de saltar se considera muy importante en las artes marciales externas, y se utiliza hasta el agotamiento la fuerza muscular y el hálito. Por eso, después de haber practicado, el boxeador está siempre jadeante. En el Tai Chi Chuan se dirige el movimiento con calma, aunque se mueva, el practicante permanece calmo, por eso es preferible ejecutar el encadenamiento de los movimientos lo más lentamente posible. Gracias a la lentitud, la respiración se vuelve larga y profunda, el hálito se concentra en el campo de cinabrio y naturalmente, el practicante no tiene las arterias latientes. Los adeptos deben comprender esto, pero pocos son los que lo logran.

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